En un tiempo donde el desencuentro parece rentable, elegimos construir una organización enhebrada en la ternura. No una ternura edulcorada, sino esa que nace de ver al otro, dejarse conmover y actuar. Así trabajamos desde el primer baño en 2015. Hoy, a diez años, reafirmamos ese camino: seguir haciendo por y con el otro, con vínculos reales como motor de
