#PalabrasAbiertas: «Siete años en Ingeniero Allan. Una historia que aún se escribe» por Adriana Sorano

*Texto escrito por Adriana Sorano, voluntaria y Responsable de Administración en Módulo Sanitario

Siete años desde la primera vez que construí un baño en Ingeniero Allan. Un barrio que recorrí, coordiné, abracé y que ya forma parte de mi vida. Sus calles, su gente, sus historias y su referenta.
Siete años de historias que me marcaron, de familias que me abrieron la puerta y el corazón, de abrazos sinceros, cansancio que se vuelve emoción, y de baños que transforman realidades.

Durante estos años viví y compartí fines de semana de sol, de lluvia, de barro y frío. De trabajo físico agotador pero también de conversaciones profundas, de juegos con peques, de abrazos que sanan, de lágrimas compartidas y risas que contagian.

Allan me enseñó a mirar, a frenar. A escuchar.

Conocí a personas increíbles: vecinos que se quedaron por siempre en mi corazón, referentes barriales como Normita —una mujer con la fuerza de mil tormentas—, voluntarios y voluntarias que se volvieron familia.

Siete años de aprendizajes, errores, abrazos, decisiones difíciles y pequeñas grandes victorias.
Por qué sigo eligiendo madrugar un sábado después de siete años, volver cansada, y barro en las zapatillas. Y la respuesta es simple: porque vale la pena. Vale la pena cada baño que cambia una vida. Cada familia que ahora tiene privacidad, higiene, seguridad. Cada voluntario que se va transformado.

Hoy, después de siete años, tengo más preguntas que certezas. Pero también más razones que nunca para seguir. No pretendo cambiar el mundo, pero sí el pedacito que me toca. Y ese pedacito está lleno de nombres, de sueños, de fueguitos que me encendieron el alma.

Hay algo que aprendí en estos siete años: cuando se juntan las ganas, la empatía y la acción, todo es posible. Que el cambio no es mágico, pero es posible. Y que a veces empieza con algo tan concreto como un baño.

Este año Módulo cumple 10 años, y todos somos parte de esa historia. Esta es la mía. Capaz la tuya recién empieza, o por ahí viene desde hace tiempo. Pero lo importante es que la estamos escribiendo juntos. Porque cuando se juntan las manos, los sueños y la energía, se construye lo imposible.

Y esta historia todavía se está escribiendo.