
#PalabrasAbiertas: «Los sueños de Cristal», por Juan Quelas
*Texto escrito por Juan Quelas, coordinador general de Módulo Sanitario y voluntario
¿Y si la realidad se transforma a partir de los sueños? Esos que aparecen inesperadamente, que parecen totalmente irreales, que no parecen tener asidero real. Los sueños alimentan el imaginario, y es ese imaginario el que corre los límites de lo crasamente posible para elevarnos con ágiles alas a mundos que no podríamos habitar de otros modos. Cuando mi sobrino Fran, chiquito, decía que él era Spiderman, y me tiraba hilos con su mano, como el Spider «real» de las ficciones, no era que mi sobrino quería ser irreal. En el mundo de las (fantásticas) fantasías infantiles, él quería ser bueno, romper límites, solucionar problemas, estar del lado de los vulnerables, acercarse rápidamente a situaciones de injusticia para acomodarlas, romper fronteras. Como Spiderman. Esas ficciones son muy serias para los niños, porque ellos construyen su personalidad, jaquean sus miedos, tienen puentes, reúnen esperanzas, condensadas en los personajes de fantasía que pueden habitar y que, muchas veces, pueden ser múltiples. Muchas vidas vividas en sendas ficciones. ¡Qué extraordinaria posibilidad!


La niña de las fotos se llama Cristal. Vive en un barrio vulnerable, de los tantos que campean en el infinito conurbano bonaerense. Cristal quiere ser Elsa, la princesa personaje de la película Frozen, que canta «libre soy, libre soy«. Por eso Cristal se viste como Elsa. ¿Puede ser libre si no tiene un baño?

¿Y si, además de darle un baño a Cristal, le apalancamos las fantasías de ser, de verdad, una princesa? ¿Y si logramos que su imaginación vuele hacia castillos de cristal, como su nombre, donde todo tiene otra transparencia, que no es la opacidad del contexto donde vive? ¿Y si, con la intervención de Módulo Sanitario, Cristal logra creer que, de verdad, puede ser una Elsa y ser, de una vez por todas, libre? Libre de la pobreza que la ata a las meras carencias; libre de las miradas que la petrifican, porque consideran que su situación es inamovible; libre de lo que los demás le dicen que puede conseguir; libre de los horizontes pequeños que demasiadas veces los humanos nos imponemos.
Las fotos de Cristal en su viejo «baño» y en su baño nuevo son una poderosa metáfora: esa de los sueños que abren puertas. Esos sueños que nos permiten, al fin, ser libres de verdad.
¿Querés sumarte a esta bella aventura de ayudar a que otros niños vivan con libertad?
