Un baño de vida
Esta carta de nuestro consejo asesor pertenece a nuestro informe anual 2023, podés leerlo acá.
Por lo general, en los textos de presentación de documentos institucionales relevantes, como lo es un informe anual, se colocan los agradecimientos formales en el último párrafo. En este caso, el Consejo Asesor, dado que no desea manifestar un agradecimiento de forma sino un sentido reconocimiento,
iniciará este pequeño texto destacando la tarea cumplida por quienes lideran la organización desde el compromiso cotidiano y desde la diaria tarea de convertir los valores institucionales en acciones concretas. Es un reconocimiento encarnado en la capacidad infinita de las personas que conforman el staff y el voluntariado, y elevado en el espíritu de los ideales que los impulsan. Sin todo ese capital humano este texto y este informe no existirían.
La limitada distribución de riqueza y el generoso reparto de pobreza del que hablaba el gaucho Inodoro Pereyra, esa especie de Martín Fierro del siglo XX creado por Roberto Fontanarrosa, se refleja de forma contundente en las siguientes cifras: en Argentina hay 6 millones de personas que no tienen baño y hay un millón de casos de diarrea aguda por año, lo cual es gravísimo porque es una de las principales causas de mortalidad infantil.
Cada voluntario de Módulo Sanitario sabe que pobreza no es solo carecer de dinero, es también no disponer de tiempo. Las organizaciones que actúan en las bases sociales saben que no se puede escindir lo urgente de lo importante. Hay millones de argentinas y argentinos que viven en una realidad cuyas necesidades mínimas no están cubiertas y sus ingresos no alcanzan para satisfacer las urgencias más básicas. Están impedidos de contar con recursos para poder mejorar su calidad de vida, pero también están imposibilitados de poder escoger en qué invertir el tiempo. El tiempo en cantidad se acota porque la totalidad tiene que ser usado en buscar la manera de sobrevivir, y, en simultáneo, el tiempo en calidad se hace eterno porque la supervivencia en condiciones hostiles perpetúa el sufrimiento, algo que se potenció durante la pandemia, donde lo que para unos fue cuarentena, para los segmentos más empobrecidos fue hacinamiento. Por ello, el principal enemigo para llegar a dar cobertura sanitaria no es el recurso tangible sino que el recurso intangible de la urgencia. Hay algo que nadie te puede devolver: el tiempo. Y hay algo que nadie te puede prestar: la salud. Resulta entonces prioritario crear condiciones de acceso a la salud en el menor tiempo posible. Módulo Sanitario lo está intentando desde hace 9 años.
Hasta el momento, desde su creación en 2015, Módulo Sanitario instaló 1.200 soluciones sanitarias, beneficiando a más de 5.000 personas que viven, muchas de ellas, en la vulnerabilidad extrema. Pero el otro dato contundente que habla de esa porción de una sociedad comprometida y empática es el que muestra que esos baños fueron construidos por 12.000 voluntarias y voluntarios que participaron decenas de fines de semana en las campañas realizadas en 10 provincias. En su mayoría jóvenes que no solo vieron en el territorio lo que seguramente ya leían en los diarios, sino que adquirieron una doble vivencia que potencia la empatía que los movilizó: que cada fría estadística invisibiliza los padecimientos de miles de persona y que cada estigmatización respecto de chorros y planeros sepulta a miles de familias que intentan vivir dignamente asumiendo cotidianos sacrificios. Movidas como las que impulsa Módulo Sanitario en las barriadas populares le ponen nombre y rostro al padecimiento que ocultan los porcentajes y los clichés. Después de todo, vulnerable se escribe con la v de voluntario.
El anuario propone el desafío de ir más allá de los datos duros para avanzar en una reflexión acerca de cómo construir sociedades más equitativas. El filósofo colombiano Bernardo Toro sostiene que el desafío de la inclusión pasa por cómo generamos mecanismos para estar juntos. Y ello implica, por un lado, poder mejorar las condiciones de los espacios, tanto públicos como privados, para que se tornen más humanizados y continentes. Y por el otro, es clave impulsar movimientos sociales que organicen y articulen a la diversidad social rompiendo la insularización que separa a los barrios privados habitados por las clases más pudientes de los barrios privados de agua, luz, internet y demás servicios.
Estos datos paralizarían a cualquiera, pero son el motivo que impulsa a Módulo Sanitario a escalar cada año su impregnancia en los territorios y su llegada a los segmentos más vulnerados de la sociedad.
Pero para cumplir con las formas, sin dejar de expresarnos desde el auténtico sentir, vamos a cerrar estas líneas con un agradecimiento especial, porque sin ellos, este informe tampoco se escribiría. Nos referimos a las familias que confían en Módulo Sanitario hasta el límite de abrir sus hogares, porque abrir las casas es fácil, pero permitir que desconocidos durante dos días entren al hogar de una familia, participen de la intimidad y compartan emociones, vivencias y carencias es un acto de entrega y generosidad, porque en los segmentos más vulnerables de la sociedad, poder conformar un hogar es una de las pocas maneras de sentir dignidad. No poseer una casa puede que te haga pobre, pero saber construir un hogar te hace digno.
Gracias a cada una y cada uno de quienes abrieron sus puertas a los equipos de Módulo Sanitario porque el baño modular que pudimos haberles dado nosotros es muy poco frente al baño de vida que nos dieron ustedes.
Carlos March, Director de inteligencia colaborativa en Fundación Avina
Constanza P. Connolly, Abogada Co-fundadora de Keidos impacto legal
Silvio Dal Buoni, Director ejecutivo en Potenciar
Fernando Álvarez de Celis, Director ejecutivo Fundación Tejido Urbano
Raul Zavalía, Director ejecutivo en Fundación Pro Vivienda Social
Miguel Viegener, Vicepresidente de Ferrum