
#PalabrasAbiertas: «Un lugar donde ir a…» por Adrián Navarro
*Texto escrito por Adrián Navarro, voluntario internacional de Módulo Sanitario
Abril de 2023: un candidato a intendente en Tucumán propone “un lugar donde ir a cagar”. Se volvió viral. En ese momento yo estaba visitando Argentina desde España. En un comentario de redes, Módulo Sanitario explicaba: “Seis millones de argentinos no tienen baño”. Me llamó la atención y decidí seguir su cuenta.
Durante los siguientes meses, a través de las redes sociales, fui tomando conciencia de lo que hacía Módulo Sanitario. Decidí que quería colaborar como fuese posible.
Un año después he regresado a Argentina y he podido ver de cerca cómo trabaja el equipo de Módulo junto con sus coordinadores y voluntarios, y quiero compartir mi experiencia.
¿Nos puede enseñar dónde va al baño?
Todo comienza con un censo, donde los voluntarios, apoyados en referentes de barrio y organizaciones locales, recorren las calles del barrio entrevistando a familias e interesándose por su situación sanitaria, económica y de salud
No hay improvisación posible: Módulo tiene un proceso probado y eficaz, orientado a aprovechar al máximo los recursos de los que dispone. La experiencia previa se canaliza a través de los cuestionarios-plantilla, planificaciones temporales, manuales y procesos empleados.
A raíz de la primera visita, se identifican las familias prioritarias para la construcción. A partir de ahí se despliegan los siguientes pasos del proceso: una posterior visita técnica, y más adelante, la asignación (es decir, la firma de un contrato para la construcción), donde la familia adquiere unos compromisos y se establece una fecha de construcción.
Finalmente, una vez se han cumplido todas las etapas, llega el momento más esperado: llegan los materiales al barrio, y poco después, las decenas de voluntarios que llevan a cabo la construcción durante un intenso fin de semana, en el cuál se levantarán varios baños simultáneamente en el mismo barrio.
No es sólo un baño
En mi breve tiempo con Módulo Sanitario pude ser testigo de un compromiso gigantesco con aquellos en situación de desventaja, ajeno a cualquier tipo de prejuicios. He visto a personas jóvenes repletas de energía y ambición, completamente volcados en producir un cambio tangible y real para muchas familias.
No se trata únicamente de construir baños. También supone apreciar la realidad de personas que viven vidas distintas, reconocer su humanidad, y proveer herramientas que permitan a otras personas labrarse un futuro independiente y digno. Supone servir de altavoz de su realidad y no permitir que queden en el olvido. Supone ayudar a los niños (a los pibes, como le dicen acá) enseñándoles un mundo que no siempre conocen de cerca, sirviéndoles a veces de ejemplo y motivación. Y, si hace falta, asegurándonos nosotros mismos de que tengan todo lo necesario para ir al cole (¿si no lo hacemos nosotros, quién si no?), de que vivan bien, de que tengan para alimentarse…
Y para todos los voluntarios que participan y hacen todo esto posible, supone formar lazos de amistad, encontrar un propósito y construir una comunidad que cree que el mundo puede ser mejor y está dispuesto a lograrlo volcando en ello su tiempo y su esfuerzo.
Seis millones de argentinos no tienen baño. Con tu ayuda, esto puede cambiar.